Medio: Mamá Ejecutiva

Ciudad de México, marzo 2019.- En este día Internacional de la Mujer es pertinente entender que, actualmente, las mujeres se han convertido en un eslabón importante en el mundo económico. A pesar de obstáculos como la violencia, los roles de género y otros problemas a los que se siguen enfrentando, cada vez son más las mujeres emprendedoras que buscan crecer, generar empleos y convertirse en empresarias. Hoy en día, de cada cinco pequeñas y medianas empresas que se abren en el país, tres están lideradas por mujeres, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

En México, el número de mujeres emprendedoras aumenta a toda velocidad, entre 1995 y 2013 pasó de 2.5 a 4 millones. La equidad de género ha ido ocupando un lugar preponderante en diferentes sectores de la sociedad y ha incrementado en gran medida la participación de las mujeres en el mundo de los negocios; sin embargo, aún hay mucho por hacer.

“Por un lado, factores como la oportunidad de aprovechar los propios recursos y poner en práctica las habilidades adquiridas por estudios o experiencia profesional; por otro lado, la necesidad de aportar económicamente a su entorno familiar, son causantes de esta incorporación. Esta última tiene una importante repercusión en las familias, ya que hace que las mujeres dejen de tener una dependencia económica total, las empodera y propicia una cultura de mayor igualdad en su comunidad”, comentó Paloma Quijano, colaboradora del Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial (CEDE) de la Ibero.

Las mexicanas no sólo emprenden abriendo un negocio, también lo hacen a través de ocupaciones adicionales a las de su trabajo formal. Mientras que los hombres inician un negocio para materializar una idea o generar un nuevo producto o servicio, las mujeres lo hacen por necesidad, pues buscan incrementar sus ingresos a través de pequeños negocios. Este tipo de emprendimiento se basa en modelos en los que aumentan sus ingresos, como distribuidoras, vendedoras o representantes de alguna marca y utilizan sus propias redes de contactos.

“Muchas mujeres emprenden por necesidad, pues hoy persisten muchos obstáculos en el ámbito laboral: la oferta de servicios de cuidado infantil es insuficiente y las prácticas laborales inflexibles. Es por eso que ante un mercado laboral que no ha sabido adaptarse a sus necesidades, no es sorprendente que, para muchas mujeres, el emprendimiento sea la única alternativa para desarrollarse profesionalmente y aumentar sus ingresos”, comentó Manola Martín Rangel, Directora de Egresados y Desarrollo Profesional de la Universidad Iberoamericana.

Con base en cifras del Banco Mundial, se calcula que el 70% de las mujeres emprendedoras no tienen acceso a ningún tipo de financiamiento, lo cual ocasiona un déficit alrededor de 300 mil millones de dólares en materia de emprendimiento.

“¿Qué podemos hacer? Apoyar a mujeres emprendedoras a tener planes de inversión, solvencia, así como desarrollo, crecimiento, expansión e internacionalización, de esta manera sus negocios se convertirán en los motores de impulso económico que necesitamos. Hoy, no podemos estar satisfechas con negocios que sólo fomenten el empleo. Necesitamos empresas más productivas y rentables, establecidas en los sectores más redituables y con el capital suficiente para expandir sus operaciones”, comentó Manola Martín Rangel.

Es necesario seguir fortaleciendo las leyes que estimulen las negociaciones con empresas grandes lideradas por mujeres, también es importante observar la inversión de los fondos de forma más equitativa entre hombre y mujeres. Sin duda, hoy, nos encontrarnos ante una oportunidad histórica para promover el emprendimiento femenino en México.