Nota por: María Fernanda Osorio García
En los últimos años el emprender ha tenido gran importancia no solo en México, también en varias partes del mundo. La tecnología, las marcas, la innovación y el interés de los inversionistas por impulsar la creación de nuevos negocios se ha ido incrementando con el paso de los años.
El emprender como la Real Academia Española nos dice es “Comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierra dificultad o peligro”.[1] Al leer estas palabras se entiende que la acción implica salir de la zona de confort para adentrarse a lo desconocido.
En una ocasión, le pregunté a emprendedores que me mencionaran con una sola palabra el significado de emprender; me contestaron emoción, aventura, frustración, creación, riesgo, descubrimiento, entre otras.
Las grandes empresas que conocemos el día de hoy empezaron con un emprendimiento, con una idea la cual fueron moldeando y acoplando a las necesidades que iba teniendo la sociedad en ese momento. Encontraron formas innovadoras y creativas de comercializar o de crear un producto. De igual manera, le brindaron protección jurídica para crecer y convertirse en lo que son en este momento.
Es muy común, que al emprender la parte legal se deje al final; sin embargo, es uno de los aspectos más importantes para tomar en cuenta ya que el marco legal de cualquier negocio debe establecerse desde un inicio para contar con seguridad jurídica. Ésta seguridad o protección hará que inversionistas, incubadoras, aceleradoras y bancos se interesen en un negocio, que exista una mayor posibilidad de inversión y apertura de negociación.
Las Pymes son las principales empleadoras del país y son de mucha importancia para impulsar nuestra economía, es por eso que se debe proteger legalmente el emprendimiento. Los primeros años de cualquier negocio son los más difíciles y son los que marcarán el rumbo de tu proyecto.
Existen formas de respaldar tu negocio como la herramienta que otorga el IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial) por medio del registro de una marca. La propiedad industrial es una rama del Derecho que tiene como objetivo salvaguardar las ideas que se materializan y protegen tanto al titular como al consumidor; busca que los artistas o cualquier persona pueda seguir creando, ideando, innovando, inventando y seguir impulsando la creatividad que caracteriza a los mexicanos.
La Marca como la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial en su artículo 171 nos dice “Se entiende por marca todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representarse de manera que permita determinar el objeto claro y preciso de la protección, que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado.” El beneficio de registrar una marca y obtener el título nos da el derecho a exigir la exclusividad para poder explotarla y dar a conocerla. Al crear una marca, se debe tomar en cuenta el significado único tanto al nombre (marca nominativa) como al logo (marca innominada) para lograr una conexión con el público consumidor. La marca debe de ser lo suficientemente distintiva para que no exista confusión, para que el consumidor no caiga en un error y/o que consuma una marca que no es la que se encuentra registrada.
El mundo exige creatividad, y hacerlo por medio de una marca que conecte con la gente significa un cambio en la sociedad. Es importante darle la seriedad que requieren los emprendimientos a través de una planeación guiada. Se ha demostrado que las Pymes impactan de manera positiva en la economía del país. Ocupar las herramientas con las que contamos actualmente para explotar al máximo los nuevos negocios harán ese cambio en nuestro México.
[1] Real Academia Española. (2021). Recuperado de: https://dle.rae.es/emprendimiento
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